Culturas de Mesoamérica
Cultura Teotihuacana
Algunos de los grupos que migraron de la zona olmeca del Golfo se establecieron en el Altiplano Central. Llevaban consigo elementos de su cultura que fueron un gran aporte, pues al mezclarse con la de los pueblos que habitaban estas regiones dieron origen a otras culturas, entre ellas la teotihuacana.
Por los abundantes recursos naturales que había en la zona, su ubicación geográfica y su intercambio comercial, Teotihuacan fue una ciudad que creció con el tiempo. Logró su mayor esplendor en el periodo clásico, de los años 150 a 750 d. C., y se convirtió en una urbe muy poblada e influyente en la economía, la política, la arquitectura y el arte de toda Mesoamérica.
Teotihuacan fue una importante ciudad comercial, gracias a su abundante producción agrícola (que no sólo era de temporal, sino que se ayudaba con canales de irrigación) y a los yacimientos de obsidiana (piedra que los pobladores intercambiaban con otros pueblos mesoamericanos, como los mayas). La sociedad teotihuacana estaba integrada por sacerdotes, guerreros, comerciantes, artesanos y agricultores, entre otros grupos. Los artesanos obtenían de la zona distintos materiales: jade, obsidiana gris o verde, cristal volcánico negro, concha y hueso. Con ellos elaboraban utensilios de trabajo, vasijas, ollas, platos y vasos de barro, ornamentos, como cuchillos, máscaras, orejeras, collares y diversas figurillas. Los teotihuacanos expresaban el mundo que les rodeaba por medio de la escultura, la cerámica y la pintura mural.
Los teotihuacanos construyeron basamentos piramidales de gran tamaño que se distinguían porque usaban el talud (la parte inclinada) y el tablero (parte similar a un marco o panel vertical). Sus construcciones más importantes fueron las pirámides del Sol y de la Luna, así como la larga Calzada de los Muertos y el templo de Quetzalcóatl. También edificaron plataformas en las que se llevaban a cabo ceremonias religiosas y celebraciones populares.
En las fachadas de los templos, por ejemplo, representaban a deidades como Tláloc y la serpiente emplumada, relacionados con la lluvia y la fertilidad, respectivamente, así como otros personajes importantes para ellos, animales, plantas y flores de vistosos colores. Debido a que los sacerdotes son el grupo social más representado en la pintura mural, se ha sugerido que tenían un gobierno colectivo. Se desconocen las causas de la decadencia de esta cultura, pero algunos investigadores consideran que decayó por la sobreexplotación de los recursos naturales, las invasiones de otros pueblos y los conflictos internos.